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Casilla del Peón
Caminero
Durante la segunda mitad del Siglo XIX, la economía de Puerto Rico avanzó significativamente y fue necesario mejorar los sistemas de transportación.
La transportación marítima se atendió en parte mediante la construcción de una red de faros, y la comunicación terrestre mediante la construcción de carreteras para conectar las ciudades y los pueblos más grandes.
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El mantenimiento de las carreteras fue responsabilidad de los camineros o peones camineros, un cuerpo de empleados públicos que recorrían diariamente la vía para descubrir y corregir prontamente los desperfectos.
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Los camineros y sus familias vivían en casillas (casas pequeñas) a la orilla del camino. Su construcción era en mampostería y ladrillo techado de zinc, y constituída por una sala, un comedor, una cocina, pasillos, y cuatro dormitorios.
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Las construcciones de este tipo eran de estilo repetitivo y a cierta distancia una de otras. Esta, en particular, está a solo seis kilómetros de la Casa de la Central Eureka, en la Carretera 114, detrás de la Urbanización Valle Hermoso Sur.
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Fue diseñada por el Ingeniero español Manuel Maese en la década de 1880 y albergaba al encargado de la carretera de Mayagüez a San Germán. Es una de las más antiguas de Puerto Rico, construída por los españoles.
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De las 47 casillas españolas que quedaban en Puerto Rico a comienzos de la década del 1920, 21 se han perdido debido al abandono, las remodelaciones extensas, y la ampliación de las carreteras.
¡Las que quedan, merecen ser protegidas!
~Gracias al historiador Kevin Rupizá por su colaboración~
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